Tiempo de Bioeconomía y Nanoeconomía.
La respuesta sustentable de las tecnologías convergentes a los problemas del mundo actual.
domingo, 10 de diciembre de 2023
Nanoeconomía y/o Bioeconomía
lunes, 4 de diciembre de 2023
La economía de las nuevas tecnologías
En el artículo Tiempo de Nanoeconomía decíamos que la nanoeconomía se fundamenta en tratar la de visibilizar las necesidades económicas de cada persona e individualizarlas para brindar las respuestas necesarias. La economía y lo ambiental están sin rumbo en la actualidad. Por un lado los procesos económicos han perdido el contacto con su base natural al centrarse en la dinámica de los mercados, el aumento en la producción y priorizar aspectos comerciales. Por el otro han perdido contacto con las necesidades humanas con una peligrosa tendencia al desempleo crónico y aumento de la pobreza. En el contexto citado uno de los pensadores más notables y profundos de la economía Nicolás Georgescu-Roegen ha expresado “Los fenómenos económicos ciertamente no son independientes de las leyes físico-químicas que gobiernan nuestro medio ambiente” marcando el límite y la inconveniencia de la economía vigente centrada en el divorcio entre las teorías económicas y el cumplimiento de las leyes de la naturaleza.
domingo, 22 de septiembre de 2019
Licenciatura en Bioeconomía: otra vez sopa.
Lecturas complementarias:
Bioeconomia, la proxima frontera (25/10/12)
Bioeconomía para todos (1/02/15)
martes, 13 de agosto de 2019
Purificación del agua por antigravedad con nano-árboles
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Crédito: Xu y col.© 2019 American Chemical Society |
sábado, 22 de junio de 2019
Rociar nanopartículas en las hojas para entregar con eficiencia agroquímicos en las raíces.
En el artículo Nanoparticle Size and Coating Chemistry Control Foliar Uptake Pathways, Translocation, and Leaf-to-Rhizosphere Transport in Wheat, publicado en la revista ACS Nano, el Dr. Gregory V. Lowry y colaboradores de la Carnegie Mellon University, Pittsburgh, Pennsylvania, han descubierto con éxito una forma de aplicar nanopartículas (con el agroquímico adsorbido) a las hojas de la planta para que viajen hasta la raíz con lo que se podría lograr una entrega de nutrientes, antibióticos y psticidas con una eficiencia de casi 100%.
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Crédito: Gregory V. Lowry y col. Carnegie Mellon University |
Los métodos disponibles actualmente para llegar a la rizosfera consisten en mezclar agroquímicos en el suelo o aplicarlos en solución. En ambos casos se pierde una gran cantidad de los productos químicos. La utilización de nanopartículas con tamaño menor a 50 nm podría ser una clave muy importante para alimentar de manera sostenible a los 7.500 mil millones de habitantes del planeta. Las posibilidades son infinitas, y esta investigación tal vez se constituya en el inicio de un camino para la utilización eficiente de los agroquímicos.
domingo, 29 de abril de 2018
BioNanoarquitectura.
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Bionanoarquitectura. Alberto L. D'Andrea. El Cronista. 29/06/2009 |
Nota: el presente artículo es una actualización del publicado en El Cronista el 9 de junio del año 2009.
domingo, 10 de septiembre de 2017
Nanobioeconomía, el camino correcto.
viernes, 10 de marzo de 2017
La nanotecnología podrá disminuir la temperatura de tu vivienda y del planeta.
sábado, 6 de agosto de 2016
Educación, tecnología y pobreza.
domingo, 20 de septiembre de 2015
La bioeconomía, una respuesta a la encíclica Laudato si' sobre el cuidado de la casa común.
miércoles, 26 de agosto de 2015
Bioeconomía para todos.
Alberto L. D'Andrea. Revista Agropost, número 136, febrero-marzo 2015.
Un estudio comparativo de algunas variables significativas relacionadas con nuestra temática lo ubicamos en la siguiente tabla:
El avance científico iniciado en 1800 pero potenciado fuertemente a partir del desarrollo de modelos atómicos confiables en la primera mitad del siglo XX y, fundamentalmente por su crecimiento exponencial los últimos 60 años, queda reflejado en uno de sus aspectos por el incremento del CO2 debido a la necesidad de consumo de energía fósil por parte del impresionante desarrollo tecnológico producido. No obstante el incremento en el promedio de vida de 24 a 76 años (3,2 veces más) y el aumento de la población en la tierra de 1000 a 7000 millones de habitantes (7 veces más) pareciera indicar que la vida humana en la tierra está floreciente. Si bien el avance científico-tecnológico produjo una mejora cuantitativa importante en cuanto al promedio de vida, con perspectiva a corto plazo de superar los 100 años, trajo aparejado graves problemas cualitativos con tendencia a acelerarse en forma exponencial: aumento de la población mundial de 2500 a 7000 mil millones de habitantes entre el año 1950 y el 2013, aproximación a la “carga máxima de la tierra” (10.000 millones de habitantes), fuerte incremento en la demanda de energía y alimentos, aumento de la contaminación en general producto de la mayor cantidad de habitantes y de la actividad del hombre, peligrosa acumulación de gases que conducen al calentamiento global; agotamiento de la energía fósil-extractiva, antes abundante-barata y declive constante de la diversidad biológica ante la apropiación de más espacios físicos por el hombre. En el contexto planteado, la economía de pensamiento único en la cual lo económico predomina sobre lo político y el mercado soluciona todos los problemas del sistema en concurrencia con la competitividad y el libre intercambio, no puede dar respuestas a las demandas de la sociedad. De los 7000 millones de habitantes actuales, casi 1000 millones no pueden comer si alguien no le proporciona alimentos y 5000 millones están fuera de una vida garantizada. El intento histórico más reciente de romper con la inconveniencia actual de la economía ortodoxa partió de Nicholas Georgescu-Roegen, uno de los pensadores más notables y profundos de la economía moderna; él lanzó dos torpedos críticos a la economía vigente en sus libros Analytical Economics (1966) y The Entropy Law and Economic Process (1971) en los cuales centra las problemáticas económicas actuales en el divorcio entre las teorías económicas y el cumplimiento de las leyes de la naturaleza. Para los economistas de pensamiento único todo es un ciclo de producción y consumo, pero para la naturaleza esto no constituye un ciclo, es sólo un gasto unidireccional de energía y recursos naturales no renovables en el tiempo que se consumen. El auguró por lo tanto un gran fracaso en la economía mundial, fracaso evidente ante la cantidad, en tiempos cada vez más cortos, de crisis económicas. Nicolás Georgescu-Roegen señalo como única solución posible la aparición de una ciencia-tecnología capaz de generar en tiempo y forma los recursos naturales necesarios para llegar a un nuevo tipo de equilibrio en la tierra…
Paulatinamente, debido a las innovaciones tecnológicas, avanza un incesante aumento en la capacidad de producir en forma sustentable tendiente a mostrar su capacidad de dar soluciones efectivas y alternativas ante la inacción de la desbordada economía de mercado.
La bioeconomía real.
La biotecnología con su capacidad transformadora de la naturaleza aparece como la tecnología “prometeica“ buscada por Georgescu-Roegen en respuesta a las problemáticas planteadas por su economía física basada en la función entropía. Hoy podemos definir a la bioeconomía real como una economía basada en la biotecnología capaz de generar en tiempo y forma los recursos naturales renovables, con su acervo de 65 millones de genes y la ingeniería genética, para dar respuestas a necesidades socioeconómicas tales como la demanda de energía, alimentos, disminución de los gastos en salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable.
Pareciera ser que la mejora cualitativa en la vida se centra en avanzar hacia la bioeconomía cuya base científico-tecnológica es la biotecnología y su motor productivo es la biofábrica transgénica; en concordancia con lo que alguna vez señaló Georgescu-Roegen “Si la vida es lo más importante, la economía debiera ser una rama de la biología y no la vida un apéndice de la economía como plantea la economía ortodoxa”.
La bioeconomía de conveniencia.
Los países europeos y los Estados Unidos engloban bajo la denominación de bioeconomía, a la actividad económica que se nutre de la investigación y la innovación en las ciencias biológicas, en un intento por mantener subordinada a la naturaleza a un contexto económico ficticio. Una bioeconomía de conveniencia para disfrazar la crisis mundial en la cual las medidas de política económica recomendadas fallan en forma sistemática ante el asombro de los propios economistas quienes ven cómo las recetas aprendidas en sus universidades no funcionan. Una bioeconomía tendiente a resistir el ocaso de la economía de pensamiento único para continuar con la acumulación del poder en desmedro de la mejora cualitativa de la vida en la tierra planteada por las posibilidades productivas brindadas por el desarrollo de la ciencia-tecnología actual en un intento por subsanar sus errores del pasado…
Bioeconomía para todos.
Distingamos las voces de los ecos, la incidencia productiva de la tecnología actual nos permite avanzar sobre una economía moderna, centrada en las necesidades del hombre, en el respeto de las leyes de la naturaleza y en la utilización de sus recursos generosos ¿por qué no?, una bioeconomía para todos.
El avance científico iniciado en 1800 pero potenciado fuertemente a partir del desarrollo de modelos atómicos confiables en la primera mitad del siglo XX y, fundamentalmente por su crecimiento exponencial los últimos 60 años, queda reflejado en uno de sus aspectos por el incremento del CO2 debido a la necesidad de consumo de energía fósil por parte del impresionante desarrollo tecnológico producido. No obstante el incremento en el promedio de vida de
martes, 24 de marzo de 2015
Bioeconomía y Nanoeconomía.
La nanoeconomía surge para llenar en vacío luego de la sucesión macroeconomía – microeconomía. El faltante es una nanoeconomía, una economía centrada en el individuo y en su acontecer económico. Una economía construida a partir de las necesidades y el quehacer diario de los 7000 millones de personas habitantes el mundo en vez del resultado del accionar de regiones, países, empresas globalizadas o intereses sectoriales. Decíamos en el artículo Nanoeconomía & Nanotecnologia (Biotecnología & Nanotecnologia al Instante, 20 de diciembre del 2014): “La nanotecnología y la nanoeconomía (y agregamos ahora a la biotecnología y a la bioeconomía) convergen en construir desde la esencia de la vida misma con la convicción que desde lo pequeño se puede avanzar para comprender el todo, pero desde el todo tal vez sea dificultoso o casi imposible comprender y penetrar en el mundo de lo pequeño. Tal como lo hace la bioeconomia, capaz de subordinar la economía macro y micro a las leyes de la naturaleza; la nanoeconomía subordina la construcción del mundo económico a las necesidades de cada uno de individuos de planeta. Una construcción difícil, más aún cuando nunca se intentó “visualizar a todos” desde la economía de pensamiento único, pero posible y no más dificultosa que las construcciones nanotecnológicas hoy factibles y en continuo desarrollo”.
Un 2015 para comenzar a mirar desde lo pequeño.